OBAMA LLEGÓ AYER A SAN PETERSBURGO CON LA IDEA DE LOGRAR EL APOYO DE LOS LÍDERES
La cumbre anual de los líderes del G20 comenzó ayer en la ciudad rusa de
San Petersburgo dominada por la inquietante posibilidad de un ataque
militar aliado contra Siria que, a tenor de distintas declaraciones,
rechazan la mayoría de ellos sin un aval de la ONU.
Aunque el presidente de EEUU, Barack Obama, aterrizó ayer en la antigua capital zarista con la intención de presionar y convencer a sus aliados occidentales de la necesidad de una intervención de castigo contra el régimen de Damasco, a lo largo de la primera jornada de la reunión se escucharon numerosos llamamientos a una solución política.
“Una clara mayoría (de los líderes) se muestra a favor de una solución del problema sirio por medios pacíficos”, dijo a los periodistas Serguéi Ivanov, jefe de gabinete del presidente ruso, Vladímir Putin, después de la primera sesión de trabajo.
El conflicto en Siria, tras los últimos acontecimien- tos desde que EEUU y Occidente acusaran al régimen de Bachar el Asad de haber empleado armas químicas el pasado 21 de agosto cerca de Damasco matando a más de 1.400 personas, se ha colado definitivamente en la agenda de una cumbre que estaba destinada a debatir sobre cuestiones económicas.
El presidente anfitrión, Vladímir Putin, el principal aliado de Al Asad, propuso a los mandatarios del G20 abordar la situación en Siria durante la cena que compartieron anoche.
“Varios de los participantes me han pedido que se les dé la posibilidad de discutir otros temas muy importantes y graves de política internacional que no figuraban en un primer momento en nuestro plan, en particular, la situación en Siria”, dijo el presidente ruso al inaugurar la cita.
Opuestos
Rusia y China se oponen categóricamente a una acción militar contra Siria que no cuente con el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y consideran que el Congreso estadounidense no tiene poder para autorizar un ataque contra Damasco. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró la posición rusa de que las pruebas esgrimidas por Washington para acusar a las tropas sirias de haber empleado armas químicas “no son en absoluto convincentes”. Y el portavoz de la Cancillería china, Qin Gang, subrayó que “la guerra no es una solución para Siria. La vía política es la única posible”. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de que su representante especial para Siria, Lajdar Brahimi, viajaba a San Petersburgo para sumarse a la reunión.
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A PESAR DE TODO, BARAK Y PUTIN SE SALUDAN
El presidente Barack Obama y su homólogo ruso Vladimir Putin se estrecharon la mano en un saludo afable ayer jueves, sonrieron y hablaron sobre el escenario en un encuentro público de intercambio de formalidades ante una tensa relación que sólo parece empeorar. “Nos hemos dado contra una pared”, dijo Obama sobre las relaciones de Estados Unidos con Rusia un día antes de su llegada a San Petersburgo para una cumbre mundial.
Mientras las tensiones se acumulan sobre los asuntos con Siria a la cabeza, el asilo de Rusia al desertor ex analista del Consejo de Seguridad Nacional Edward Snowden y sobre los derechos humanos, Obama y Putin no tenían previsto sostener una reunión formal sobre asuntos bilaterales en un aparte de la cumbre del Grupo de los 20. Un saludo formal frente al Palacio de San Petersburgo era la única presentación pública que los mandatarios tenían prevista en conjunto. Su encuentro sólo duró 15 segundos.
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Apretón de manos. El presidente ruso, Vladimir Putin, izquierda, saluda al presidente estadounidense, Barack Obama, en el Palacio de Constantino durante la Cumbre del G20 en San Petersburgo, ayer. |
Aunque el presidente de EEUU, Barack Obama, aterrizó ayer en la antigua capital zarista con la intención de presionar y convencer a sus aliados occidentales de la necesidad de una intervención de castigo contra el régimen de Damasco, a lo largo de la primera jornada de la reunión se escucharon numerosos llamamientos a una solución política.
“Una clara mayoría (de los líderes) se muestra a favor de una solución del problema sirio por medios pacíficos”, dijo a los periodistas Serguéi Ivanov, jefe de gabinete del presidente ruso, Vladímir Putin, después de la primera sesión de trabajo.
El conflicto en Siria, tras los últimos acontecimien- tos desde que EEUU y Occidente acusaran al régimen de Bachar el Asad de haber empleado armas químicas el pasado 21 de agosto cerca de Damasco matando a más de 1.400 personas, se ha colado definitivamente en la agenda de una cumbre que estaba destinada a debatir sobre cuestiones económicas.
El presidente anfitrión, Vladímir Putin, el principal aliado de Al Asad, propuso a los mandatarios del G20 abordar la situación en Siria durante la cena que compartieron anoche.
“Varios de los participantes me han pedido que se les dé la posibilidad de discutir otros temas muy importantes y graves de política internacional que no figuraban en un primer momento en nuestro plan, en particular, la situación en Siria”, dijo el presidente ruso al inaugurar la cita.
Opuestos
Rusia y China se oponen categóricamente a una acción militar contra Siria que no cuente con el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y consideran que el Congreso estadounidense no tiene poder para autorizar un ataque contra Damasco. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró la posición rusa de que las pruebas esgrimidas por Washington para acusar a las tropas sirias de haber empleado armas químicas “no son en absoluto convincentes”. Y el portavoz de la Cancillería china, Qin Gang, subrayó que “la guerra no es una solución para Siria. La vía política es la única posible”. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de que su representante especial para Siria, Lajdar Brahimi, viajaba a San Petersburgo para sumarse a la reunión.
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A PESAR DE TODO, BARAK Y PUTIN SE SALUDAN
El presidente Barack Obama y su homólogo ruso Vladimir Putin se estrecharon la mano en un saludo afable ayer jueves, sonrieron y hablaron sobre el escenario en un encuentro público de intercambio de formalidades ante una tensa relación que sólo parece empeorar. “Nos hemos dado contra una pared”, dijo Obama sobre las relaciones de Estados Unidos con Rusia un día antes de su llegada a San Petersburgo para una cumbre mundial.
Mientras las tensiones se acumulan sobre los asuntos con Siria a la cabeza, el asilo de Rusia al desertor ex analista del Consejo de Seguridad Nacional Edward Snowden y sobre los derechos humanos, Obama y Putin no tenían previsto sostener una reunión formal sobre asuntos bilaterales en un aparte de la cumbre del Grupo de los 20. Un saludo formal frente al Palacio de San Petersburgo era la única presentación pública que los mandatarios tenían prevista en conjunto. Su encuentro sólo duró 15 segundos.
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